24 de marzo de 2009, 13h17 -- La polémica Amy quería cambiar de estilo y pasarse al reggae con su nuevo trabajo, pero nada más escucharlo la discográfica le ha dado un rotundo no por respuesta
Al parecer, durante su estancia en el Caribe, la cantante fue visitada por las musas en varias ocasiones y entre palmeras, relax y sabe Dios qué más (recordemos que tuvo que ser intervenida de urgencia en un hospital por una recaída), Amy Winehouse se inspiró y construyó el que quería que fuera su tercer disco, al mejor estilo Bob Marley.
Pero la discográfica le ha pedido que se vuelva a inspirar, esta vez con otras compañías, ya que les parece que sería un cambio muy radical en su carrera, que se ha caracterizado por un estilo soul.
Su último y alejado disco "Back To Black" (2006), del que se han vendido 11 millones de copias, todavía le dan vigencia para realizar conciertos, pero al sello le preocupa cuánto puede durar este boom.
Otro de los problemas que presenta la nueva propuesta de la artista es que es sencillamente autobiográfica. Las letras se regodean en su época con Blake Fielder-Civil, del que está separada y con el que ha tenido diversos problemas con las drogas.
Toda esta conflictiva relación ha hecho que las letras sean oscuras y patéticas, un lado que no quieren abordar para su imagen, que ya está muy deteriorada por fuera y por dentro.
La vuelta a los escenarios de la Winehouse se espera para este año, pero ya se sabe que con esta chica todo hay que dejárselo a la suerte.
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